La anteriormente llamada Cofradía del Traspaso, y que fue conocida así, hasta que llego el Señor y todo lo pudo, celebro el primer fin de semana los cultos a esta bellísima dolorosa del Mayor Dolor y Traspaso.

Un montaje precioso, con el mejor de los marcos teniendo al Señor como fondo. El que escribe estas lineas, tuvo la gran suerte de jurar las reglas y ser recibido como hermano, un día como este, por una dispensa que me concedió el Hermano Mayor Enrique Esquivias, para poder jurar las Reglas ese día al ser de fuera. Lo recordare siempre.





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